2003
Susana San Juan, la última esposa de Pedro Páramo a quien siempre amó y nunca tuvo. Susana San Juan, que un día, después de enterrar a su madre se fue, al cuidado de Justina, para no volver nunca. Susana San Juan que se casó con Florencio, y enviudó, y aunque viuda siguió soñando con su marido. Susana San Juan que se fue a vivir con su padre Bartolomé San Juan a las minas abandonadas de La Andrómeda. Susana San Juan que treinta años después volvió, todavía al cuidado de Justina, para casarse con Pedro Páramo. Susana San Juan, que encerrada en una habitación en medio de sus sueños, recibió la visita de su padre muerto, y que entre visiones, recordando a Florencio, esperó la muerte. Susana San Juan, cuya muerte, la mañana del 8 de diciembre, fue anunciada por el repique de las campanas y malinterpretada por el pueblo de Comala, que hizo fiesta provocando la vergüenza de Pedro Páramo, y el abandono de las tierras, y de las casas y de las calles, un pueblo habitado por fantasmas, por murmullos y por ecos, porque festejó la muerte de Susana San Juan.
Susana San Juan, ejemplo del personaje femenino de la literatura fantástica latinoamericana, mezcla de realidad y magia, síntesis de lo posible y lo imposible.
Susana San Juan, símbolo de la locura, de quien vive en ese mundo de los sueños, de la fantasía, de la poesía; símbolo de la mujer loca, siempre lejana, ausente, inalcanzable a la inteligencia de los hombres.